¿Los libros de antes eran mejores? Un vistazo a la evolución de la literatura infantil y juvenil

📖 ¿Los libros de antes eran mejores?
Las historias que alguna vez desafiaban a los lectores jóvenes con tramas complejas y personajes independientes han sido reemplazadas, en muchos casos, por narrativas más explicativas y con mensajes claros. ¿Estamos subestimando a los niños y adolescentes con estos cambios?

¿Cómo ha cambiado la literatura infantil?

Si comparamos libros infantiles y juveniles de diferentes épocas, encontramos diferencias clave en cómo se narran las historias y en la forma en que se representa la infancia:

📌 Antes (décadas de 1970 a 1990):

• Narrativas más complejas y arriesgadas en su estructura.
• Representación de infancias autónomas, con personajes más independientes.
• Historias que no temían abordar conflictos profundos o dilemas morales.
• Tramas que desafiaban intelectualmente a los jóvenes lectores.
• Menos necesidad de “enseñar” una lección explícita dentro del relato.

Ejemplo: Donde viven los monstruos de Maurice Sendak (1963) es un claro ejemplo de una narrativa que deja espacio a la interpretación del lector.

📌 Ahora (décadas de 2000 a 2020):

• Historias más sencillas y directas, con menos espacio para la ambigüedad.
• Lenguaje más accesible y simplificado.
• Mayor tendencia a la didáctica y a la enseñanza de valores de forma explícita.
• Personajes con menos autonomía, más protegidos por adultos.
• Predominio de temáticas emocionales y psicológicas.

Ejemplo: El monstruo de colores de Anna Llenas (2012) explicita las emociones del personaje con claridad, buscando enseñar a los niños sobre inteligencia emocional.

¿Qué hay detrás de estos cambios?

📍 Transformaciones en la crianza:
Las generaciones actuales de niños han crecido con mayor supervisión y protección parental. Esto ha influido en los libros que se escriben para ellos, privilegiando la seguridad y la orientación sobre la exploración y el riesgo.

📍 Nuevas demandas del mercado editorial:
Las editoriales buscan responder a las tendencias y necesidades de padres y educadores, quienes muchas veces prefieren libros con mensajes claros y beneficios tangibles para la educación de sus hijos.

📍 El auge de la psicología infantil en la literatura:
Muchos libros recientes tienen un enfoque explícito en la inteligencia emocional, lo cual ha llevado a historias donde el desarrollo emocional del personaje es el eje central del relato.

📍 La digitalización y el impacto en la lectura:
El consumo de contenidos digitales ha cambiado la forma en que los niños leen y procesan la información. La inmediatez y el formato de lectura en pantalla han fomentado narrativas más breves y directas.

La investigadora Gemma Lluch ha señalado en diversos estudios que la comprensión lectora de los estudiantes ha disminuido en los últimos años, en parte debido a la exposición a textos más simples y breves. Lluch destaca la importancia de ofrecer a los niños libros que desafíen su capacidad de análisis y fomenten el pensamiento crítico.

¿Estamos subestimando a los jóvenes lectores?

Si bien es cierto que los cambios en la literatura infantil han permitido que más niños accedan a la lectura, también es válido preguntarse: ¿Estamos dándoles suficientes retos narrativos?

📖 Los niños son capaces de comprender historias complejas, pero si les damos solo narrativas simplificadas, ¿cómo desarrollarán habilidades de análisis y pensamiento crítico?

En un momento donde la comprensión lectora es un problema serio, ¿no deberíamos confiar más en su capacidad para descubrir, interpretar y cuestionar?

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Si queremos formar lectores críticos, es esencial entender cómo la literatura infantil ha cambiado con el tiempo. En nuestra librería, seleccionamos libros que desafían, que invitan a pensar y que no subestiman a los niños.

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